Treptower Park

Cuando decenas de miles de cadaveres están bajos tus pies percibes sensaciones raras. No es cuestión de creer en las patrañas de Cuarto Milenio y similares, programas mediáticos que sigo con asiduidad, mas bien es estar predispuesto a quedar impresionado por la estupidez humana. Durante el asalto final al búnker de Hitler y aledaños, los soviéticos lanzaran varios ataques al mismo tiempo, mal sincronizados y con las prisas propias de los generales necios a los que lo unico que les importaba era el llegar primero al centro de la capital para ondear la bandera Roja sobre el Reichstag. Stalin ayudo prometiendo a sus generales jugosos alicientes militares para el que lo consiguiese, sin importar el numero de soldados que cayesen en la batalla final.

Ello provoco una cantidad de víctimas entre los soldados soviéticos desmesurada teniendo en cuenta la situación en la que se encontraba el agonizante Reich de los mil años. A todo esto hay que añadir que Stalin estaba muy interesado por tomar el control de zonas de Berlin donde se creía que podían estar los laboratorios científicos que estaban desarrollando el arma atómica para el nazismo.

Entre unas cosas y otras, decenas de miles de soldados rojos, "los ivanes" como los denominaban la población alemana, perecieron en los ultimos 20 dias de la guerra, del 16 de Abril al 8 de Mayo de 1945.

Una vez concluida la contienda, algo había que hacer con los restos mortales de tanto héroe para la madre patria, con lo cual se dio la orden desde el Kremlin de crear un inmenso mausoleo donde podían descansar eternamente los arrojados combatientes.

Treptower Park es ese lugar, un parque de grandes dimensiones que no tiene la vida que despide Tiergarten, mas bien todo lo contrario. Pasear por su colosal monumento fúnebre, cuando el Sol cae sobre el horizonte berlinés, en un silencio sepulcral solo roto por el roce del viento sobre las hojas de los arboles, es una experiencia unica. Mas aun cuando descubres que en la inmensa explanada estas tu solo, con lo cual nadie te podrá socorrer en el caso de que alguien no este de acuerdo con tu presencia en este sitio. Vamos, que se pasa un poquito de miedo o respeto no por los muertos y si por los vivos malandrines.

La presencia de flores frescas en la base de la estatua, 66 años después del fin de la guerra, demuestra la beneración que sienten muchos berlineses por este sitio, y lo que represento para la Union de Republicas Socialistas Sovieticas la toma de Berlin y la aniquilación del nazismo.

Visitar Treptower Park al final de la tarde es simplemente demoledor, increíble sentir tantas sensaciones en un lugar tan especial como este.

Muy recomendable.

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